16. Clamamos al Señor, que oyó nuestra voz y envió un ángel, que nos sacó de Egipto. Y aquí estamos ahora en Cades, ciudad que se encuentra en los confines de tus dominios.





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina