Lamentaciones, 1
11. Todo su pueblo suspira buscando pan; dan sus joyas a cambio de comida, por sustentar la vida. "¡Mira, Señor, y observa qué envilecida estoy!".
11. Todo su pueblo suspira buscando pan; dan sus joyas a cambio de comida, por sustentar la vida. "¡Mira, Señor, y observa qué envilecida estoy!".
“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina