13. Salomón había levantado en medio del atrio una tribuna de bronce de dos metros y medio de larga, dos y medio de ancha y uno y medio de alta. Se subió a ella, se arrodilló, y mirando al cielo, con las manos juntas oró así en presencia de toda la comunidad:





“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina