1. Los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea supieron que también los paganos habían recibido la palabra de Dios.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina