45. No había acabado yo de hablar, y he aquí que salía Rebeca con su cántaro al hombro; bajó a la fuente y sacó agua. Yo le dije: Dame de beber.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina