II Crónicas, 29
22. Inmolaron los novillos, y los sacerdotes recogieron la sangre y rociaron el altar; luego inmolaron los carneros y rociaron con su sangre el altar; degollaron igualmente los corderos y rociaron con la sangre el altar.
22. Inmolaron los novillos, y los sacerdotes recogieron la sangre y rociaron el altar; luego inmolaron los carneros y rociaron con su sangre el altar; degollaron igualmente los corderos y rociaron con la sangre el altar.
“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina