Deuteronomio, 8
20. Lo mismo que las naciones que Yahveh va destruyendo a vuestro paso, así pereceréis también vosotros por haber desoído la voz de Yahveh vuestro Dios.
20. Lo mismo que las naciones que Yahveh va destruyendo a vuestro paso, así pereceréis también vosotros por haber desoído la voz de Yahveh vuestro Dios.
“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina