Apocalipsis, 16

La Biblia de Jerusalén

1 Y oí una fuerte voz que desde el Santuario decía a los siete Angeles: «Id y derramad sobre la tierra las siete copas del furor de Dios.»

2 El primero fue y derramó su copa sobre la tierra; y sobrevino una úlcera maligna y perniciosa a los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen.

3 El segundo derramó su copa sobre el mar; y se convirtió en sangre como de muerto, y toda alma viviente murió en el mar.

4 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre los manantiales de agua; y se convirtieron en sangre.

5 Y oí al Angel de las aguas que decía: «Justo eres tú, "Aquel que es y que era", el Santo, pues has hecho así justicia:

6 porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas y tú les has dado a beber sangre; lo tienen merecido.»

7 Y oí al altar que decía: «Sí, Señor, Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos».

8 El cuarto derramó su copa sobre el sol; y le fue encomendado abrasar a los hombres con fuego,

9 y los hombres fueron abrasados con un calor abrasador. No obstante, blasfemaron del nombre de Dios que tiene poder sobre tales plagas, y no se arrepintieron dándole gloria.

10 El quinto derramó su copa sobre el trono de la Bestia; y quedó su reino en tinieblas y los hombres se mordían la lengua de dolor.

11 No obstante, blasfemaron del Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.

12 El sexto derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y sus aguas se secaron para preparar el camino a los reyes del Oriente.

13 Y vi que de la boca del Dragón, de la boca de la Bestia y de la boca del falso profeta, salían tres espíritus inmundos como ranas.

14 Son espíritus de demonios, que realizan señales y van donde los reyes de todo el mundo para convocarlos a la gran batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso.

15 (Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté en vela y conserve sus vestidos, para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas).

16 Los convocaron en el lugar llamado en hebreo Harmaguedón.

17 El séptimo derramó su copa sobre el aire; entonces salió del Santuario una fuerte voz que decía: «Hecho está».

18 Se produjeron relámpagos, fragor, truenos y un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra, un terremoto tan violento.

19 La Gran Ciudad se abrió en tres partes, y las ciudades de las naciones se desplomaron; y Dios se acordó de la Gran Babilonia para darle la copa del vino del furor de su cólera.

20 Entonces todas las islas huyeron, y las montañas desaparecieron.

21 Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres. No obstante, los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del pedrisco; porque fue ciertamente una plaga muy grande.




Versículos relacionados com Apocalipsis, 16:

Apocalipsis 16 describe la serie de siete gafas de la ira de Dios que se derraman en la tierra, trayendo juicio y destrucción sobre aquellos que rechazaron la salvación y se opusieron a Dios. Los versos a continuación fueron seleccionados para su relación con los temas cubiertos en este capítulo.

Jeremías 25:15-16: "Porque así dijo el Señor, el Dios de Israel: Toma esta taza del vino de la ira y haz que beba a todas las naciones a las que te envío; y se vuelve loco por la espada Enviaré entre ellos ". Este versículo habla sobre la ira de Dios que se vierte sobre las naciones debido a su desobediencia.

Salmo 79:6: "Vierta tu furor sobre las naciones que no te conocen, y en los reinos que no invocan tu nombre". Este salmo exige a Dios que juzgue a aquellos que no lo reconocen como Señor y Salvador.

Isaías 51:17: "Desperta, despierta, levántate, oh Jerusalén, que has bebido de la mano del Señor el cáliz de tu ira; porque el cáliz temblando en el fondo". Este versículo describe el juicio que cayó sobre Jerusalén debido a la desobediencia de la gente.

Éxodo 7:20: "Moisés y Aaron hicieron lo que el Señor había ordenado, y, levantando la vara, hirió las aguas en el río, a la vista de Faraón y sus sirvientes; y todas las aguas del río se pusieron en sangre". Este versículo recuerda la plaga del agua que se convirtió en sangre, que fue una de las diez plagas enviadas a Egipto como juicio divino.

Apocalipsis 11:18: "Las naciones han sido envueltas; y su ira ha llegado. Ha llegado el momento de juzgar a los muertos y dar recompensa a sus siervos, los profetas, los santos y a aquellos que temen su nombre, ambos a los los pequeños. A los grandes, y destruyeron a los que destruyen la tierra ". Este versículo habla sobre la ira de Dios que se verá sobre aquellos que destruyen la tierra, y la recompensa que se le dará a sus fieles siervos.


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