13. Cuando volvió a casa, el cabrito comenzó a balar. Yo la llamé y le dije: "¿De dónde proviene este cabrito? ¿No habrá sido robado? Devuélvelo a sus propietarios, pues no tenemos derecho a comer nada robado".





“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina