Jeremías, 49
21. Al estruendo de su caída se estremece la tierra y el eco resuena hasta en el mar Rojo.
21. Al estruendo de su caída se estremece la tierra y el eco resuena hasta en el mar Rojo.
“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina