12. Un hombre de Benjamín escapó corriendo de las filas del ejército, y llegó aquel mismo día a Silo con los vestidos destrozados y la cabeza cubierta de polvo.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina