35. David recibió de su mano lo que ella había traído y le dijo: "Vete en paz a tu casa; ya ves que he escuchado tus palabras y que he accedido a tus ruegos".





“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina