27. Colocó los querubines en el centro del lugar santísimo y allí estaban con las alas desplegadas, de modo que un ala de uno tocaba en la pared y un ala del otro tocaba la pared opuesta; las otras dos alas se tocaban una a otra en medio del edificio.





“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina