Cattolica Bibbia
 

I Crónicas, 14

11. Los filisteos fueron a Baal Perasín, donde fueron derrotados por David. David dijo: "Dios ha dispersado a mis enemigos ante mí como se dispersan las aguas". Por eso se llamó este lugar Baal Perasín.

Versi relativi a I Crónicas, 14:

1 Crónicas 14 informa la expansión del reinado de David y su victoria sobre los filisteos. David buscó la orientación de Dios en sus estrategias de batalla y fue recompensado con grandes victorias. A continuación hay cinco versos relacionados con temas cubiertos en este capítulo:

Salmo 20:7: "Algunos autos de confianza, otros en caballos, pero mencionaremos el nombre del Señor nuestro Dios". Este salmo habla de la importancia de confiar en Dios en lugar de depender de las fuerzas humanas, lo que puede estar relacionado con la orientación divina que David buscó en 1 Crónicas 14.

Proverbios 16:3: "Confía en el Señor tus obras, y tus pensamientos se establecerán". Este versículo habla de la importancia de confiar en Dios y entregar nuestros planes y proyectos, que es relevante para la búsqueda de David de orientación divina en 1 Crónicas 14.

Joshua 1:9: "¿No me estoy enviando? ¿Se esfuerza, y ten un buen aliento; no temas, ni siquiera sorprendente; porque el Señor tu Dios está contigo, donde sea que camines". Este versículo habla de la promesa de Dios de estar con Joshua en su liderazgo, que es relevante para el liderazgo de David en 1 Crónicas 14.

2 Samuel 5:20: "Y David era Baal-Pregazim, y los hirió allí; y dijo, el Señor subió delante de mí e hirió a mis enemigos antes que yo, como las aguas que se rompen". Este versículo informa la victoria de David sobre los filisteos en Baal-Popeazim, que es el tema central de 1 Crónicas 14.

Filipenses 4:13: "Puedo todas las cosas en la que me fortalece". Este versículo habla de la capacidad de Dios para superar las dificultades y los desafíos que encontramos, lo que puede estar relacionado con la fuerza que David recibió de Dios para enfrentar los filisteos en 1 Crónicas 14.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina