39. Pedro se levantó y se fue con ellos. Cuando llegó, lo subieron a la estancia de arriba. Allí le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y mantos que les hacía Gacela cuando vivía con ellas.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina