5. El vino es ciertamente traicionero; así el hombre soberbio no resiste en pie; el que ensancha como el abismo sus fauces y es insaciable como la muerte querría adueñarse de todas las naciones, tener a todos los pueblos bajo su dominio.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina