20. Toda la zona reservada formará un cuadrado de doce kilómetros y medio de lado. Reservaréis, en efecto, la zona sagrada, incluyendo la posesión de la ciudad.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina