26. Porque, ¿quién se fiará de ladrón ligero, que corre de ciudad en ciudad? Así sucede al hombre que no tiene nido y duerme donde le sorprende la noche.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina