34. Al séptimo día el sacerdote lo examinará y si no se ha extendido la llaga por la piel, ni aparece más hundida que la piel, le declarará puro; lavará sus vestidos y quedará puro.





“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina