21. pero como ellos informaron que en realidad no habían encontrado fuego, sino un líquido espeso, él les mandó que lo sacasen y trajesen. Cuando estuvo dispuesto el sacrificio, Nehemías mandó a los sacerdotes que rociaran con aquel líquido la leña y lo que había colocado sobre ella.





“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina