34. ¡Me ha devorado, me ha consumido Nabucodonosor, rey de Babilonia! ¡Me ha dejado como un plato vacío! ¡Me ha tragado como el Dragón, ha llenado su vientre con mis delicias y me ha expulsado!





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina