Apocalipsis, 19
14. Lo siguen los ejércitos celestiales, vestidos con lino fino de blancura inmaculada y montados en caballos blancos.
14. Lo siguen los ejércitos celestiales, vestidos con lino fino de blancura inmaculada y montados en caballos blancos.
El Capítulo 19 del Libro de Apocalipsis es una visión profética de la segunda venida de Jesucristo, que se describe como un guerrero que viene a juzgar a las naciones y establecer su reino en la tierra. Los siguientes versos fueron seleccionados para su relación con los temas abordados en este capítulo.
Isaías 63:3: "Pasé solo en el avión, y ninguna gente no había hombre conmigo; pisé ellos en mi ira y los pisé en mi furor, y su sangre roció mi túnica e hice mi ropa". Este versículo retrata la ira de Dios y su voluntad de juzgar a las naciones, que es un tema central en Apocalipsis 19.
Joel 3:9-10: "Proclamar esto entre las naciones: Prepare la guerra, criar a los valientes, que vienen, escalar a todos los hombres de guerra. Fuerte". Este versículo habla sobre la preparación para la guerra, que es un tema importante en Apocalipsis 19, donde Jesús aparece como un guerrero que viene a luchar contra las naciones rebeldes.
Salmo 2:9: "Con un palo de hierro se irá; ya que los recipientes para ir al baño se romperán". Este versículo es una profecía sobre el reinado del Mesías, que se describe en Apocalipsis 19 como el que viene a establecer su reino en la tierra.
Zacarías 14:12-13: "Y esta será la plaga con la que el Señor lastimará a todos los pueblos que advierten contra Jerusalén: su carne se pudrirá mientras están de pie, y sus ojos se pudrirán en sus órbitas, y su lengua lo hará Rot en Boca. Y sucederá ese día que habrá un gran motín entre ellos, y tomarán cada uno en la mano de su vecino, y su mano se levantará contra la mano del otro ". Este versículo habla sobre el juicio de Dios sobre las naciones que se rebelaron contra él, que es un tema importante en Apocalipsis 19.
Daniel 7:13-14: "Estaba mirando mis visiones de la noche, y he aquí, llegó a las nubes del cielo uno como el Hijo del hombre; y fui al anciano de los días, y lo hizo alcanzarlo". Dado el dominio y el honor, y el reino, que todos los pueblos, naciones y lenguas le servirían; su dominio es una regla eterna que no pasará, y su reino nunca será destruido ". Este versículo describe la llegada del Mesías para establecer su reino en la tierra, que es un tema central en Apocalipsis 19.
“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina
