Fondare 271 Risultati per: vuestras

  • haced espadas de vuestras azadas y lanzas de vuestras podaderas. Que el cobarde diga: "¡Soy un valiente!". (Joel 4, 10)

  • Sólo a vosotros escogí entre todas las familias de la tierra; por eso os pediré cuentas de todas vuestras iniquidades. (Amós 3, 2)

  • quemad panes sin levadura en acción de gracias; pregonad vuestras ofrendas voluntarias, pregonadlas, israelitas, pues eso es lo que os gusta, dice el Señor. (Amós 4, 5)

  • Yo no os dejé nada que llevar a la boca en todas vuestras ciudades, os dejé sin pan en todos vuestros lugares, ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor. (Amós 4, 6)

  • Herí con tizón y añublo vuestros jardines y vuestras viñas; vuestras higueras y vuestros olivos los devoró la langosta, ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor. (Amós 4, 9)

  • Envié contra vosotros una peste como la de Egipto, maté a espada a vuestra juventud e hice subir el mal olor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor. (Amós 4, 10)

  • Porque sé que son muchos vuestros crímenes y enormes vuestras injusticias. Opresores del justo, os dejáis sobornar con dádivas y atropelláis al pobre en el tribunal. (Amós 5, 12)

  • Odio, aborrezco vuestras fiestas, no me agradan vuestras solemnidades. (Amós 5, 21)

  • El Señor lo ha jurado por el orgullo de Jacob: Jamás me olvidaré de ninguna de vuestras obras. (Amós 8, 7)

  • Cambiaré en duelo vuestras fiestas y en lamentos todos vuestros cánticos; cubriré de saco todos vuestros lomos y toda cabeza de calvicie; haré de este duelo un duelo de hijo único, y su final será como día de amargura. (Amós 8, 10)

  • Y he mandado la sequía sobre la tierra, sobre los montes, sobre el trigo y sobre el vino, sobre el aceite y sobre cuanto produce la tierra, sobre los hombres y sobre los ganados, y sobre todo el trabajo de vuestras manos". (Ageo 1, 11)

  • Yo herí con tizón, añublo y granizo todas vuestras labores, y sin embargo no volvisteis a mí, palabra del Señor. (Ageo 2, 17)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina