Fondare 3535 Risultati per: sal
Habéis olvidado la exhortación que os dirige como a hijos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, ni te desalientes cuando te reprenda; (Hebreos 12, 5)
Vosotros, en cambio, os habéis acercado a la montaña de Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, a millares de ángeles, a la asamblea festiva, (Hebreos 12, 22)
a la congregación de los primogénitos que están escritos en los cielos, a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos, que han sido hechos perfectos, (Hebreos 12, 23)
Salgamos, pues, a su encuentro, fuera del campamento, compartiendo sus ultrajes. (Hebreos 13, 13)
Saludad a vuestros jefes y a todos los creyentes. Los de Italia os saludan. (Hebreos 13, 24)
Santiago, siervo de Dios y de Jesucristo el Señor, a las doce tribus dispersas por el mundo, salud. (Santiago 1, 1)
Por eso, alejad de vosotros todo vicio y toda manifestación de malicia, y recibid con docilidad la palabra que ha sido plantada en vosotros y que puede salvaros. (Santiago 1, 21)
De la misma boca salen las bendiciones y las maldiciones. Pero no debe ser así, hermanos míos. (Santiago 3, 10)
¿Acaso, hermanos míos, la higuera puede producir aceitunas y la viña higos? El agua salada no dará jamás agua dulce. (Santiago 3, 12)
Humillaos ante el Señor. Él os ensalzará. (Santiago 4, 10)
Uno solo es el legislador y juez, el cual puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? (Santiago 4, 12)
La oración hecha con fe salvará al enfermo, y el Señor lo restablecerá y le serán perdonados los pecados que haya cometido. (Santiago 5, 15)