Fondare 402 Risultati per: reinó

  • Amasías tenía veinticinco años cuando empezó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yehoadán, de Jerusalén. (II Crónicas 25, 1)

  • Ozías tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yecolía, de Jerusalén. (II Crónicas 26, 3)

  • Jotán tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó dieciséis años en Jerusalén. Su madre, hija de Sadoc, se llamaba Yerusá. (II Crónicas 27, 1)

  • Tenía veinticinco años cuando empezó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén. (II Crónicas 27, 8)

  • Acaz tenía veinte años cuando subió al trono, y reinó dieciséis años en Jerusalén. No hizo lo que es justo a los ojos del Señor, como su padre David, (II Crónicas 28, 1)

  • Ezequías tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Abí, y era hija de Zacarías. (II Crónicas 29, 1)

  • Así que no os dejéis engañar por Ezequías ni os dejéis seducir de esta manera. No le creáis, porque si ningún dios de nación o reino alguno pudo salvar a su pueblo de mi poder y del poder de mis padres, mucho menos podrá libraros a vosotros vuestro Dios". (II Crónicas 32, 15)

  • Manasés tenía doce años cuando subió al trono, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. (II Crónicas 33, 1)

  • Suplicó al Señor, y el Señor lo atendió, escuchó su oración y lo reintegró a su reino de Jerusalén. Manasés reconoció que el Señor era el auténtico Dios. (II Crónicas 33, 13)

  • Amón tenía veintidós años cuando subió al trono, y reinó dos años en Jerusalén. (II Crónicas 33, 21)

  • Josías tenía ocho años cuando subió al trono, y reinó treinta y un años en Jerusalén. (II Crónicas 34, 1)

  • Joacaz tenía veintitrés años cuando subió al trono, y reinó tres meses en Jerusalén. (II Crónicas 36, 2)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina