Fondare 233 Risultati per: primera cuenta

  • Como insistían en la pregunta, se alzó y les dijo: "El que de vosotros no tenga pecado que tire la primera piedra". (Juan 8, 7)

  • Jesús les dijo: "Cuando hayáis levantado al hijo del hombre, conoceréis que yo soy el que soy y que nada hago por mi cuenta, sino que digo lo que me enseñó el Padre. (Juan 8, 28)

  • Jesús les dijo: "Si Dios fuera vuestro Padre me amaríais, porque yo vengo de parte de Dios y aquí me tenéis; no he venido por propia cuenta, sino que me ha enviado él. (Juan 8, 42)

  • "Vosotros no sabéis nada; no os dais cuenta de que nos conviene que muera un solo hombre por el pueblo antes que perezca la nación entera". (Juan 11, 50)

  • porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me ha enviado me ha ordenado lo que tengo que decir y enseñar, (Juan 12, 49)

  • ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que os digo no las digo por mi propia cuenta; el Padre, que está en mí, es el que realiza sus propias obras. (Juan 14, 10)

  • Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras. (Juan 16, 13)

  • Jesús se dio cuenta de que le querían preguntar algo, y les dijo: "Andáis discutiendo sobre lo que acabo de decir: Un poco, y no me veréis; y otro poco, y me veréis. (Juan 16, 19)

  • Jacob oyó que en Egipto había trigo y envió allí por primera vez a nuestros padres. (Hechos 7, 12)

  • Y puesto de rodillas, gritó con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, expiró. Saulo aprobaba este asesinato. (Hechos 7, 60)

  • Y estuvieron un año entero en aquella Iglesia instruyendo en la fe a muchas personas. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de cristianos. (Hechos 11, 26)

  • Pasaron la primera y segunda guardia, y llegaron a la puerta de hierro que da a la ciudad, la cual se les abrió por sí sola. Salieron y avanzaron por una calle; y de repente el ángel lo dejó. (Hechos 12, 10)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina