Fondare 52 Risultati per: podrán

• Por eso, esto dice el Señor: "Voy a mandar contra ellos un desastre al que no podrán escapar; clamarán a mí, pero yo no los escucharé. (Jeremías 11, 11)

• Entonces las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén podrán ir a pedir auxilio a los dioses a quienes han quemado incienso; a buen seguro que estos dioses no los salvarán en el día de su angustia. (Jeremías 11, 12)

• Y me dijo: "Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?". Yo le respondí: "Señor Dios, tú lo sabes". (Ezequiel 37, 3)

• No tomarán por esposa ni una viuda ni una mujer divorciada, sino una virgen de la casa de Israel; podrán, no obstante, casarse con una viuda de un sacerdote. (Ezequiel 44, 22)

• Ninguno de ellos se acercará a un cadáver para no contaminarse. Pero podrán contaminarse con el cadáver del padre o de la madre, de un hijo o una hija, de un hermano o una hermana aún no casada. (Ezequiel 44, 25)

• Será una porción santa del país reservada a los sacerdotes que ejercen el ministerio del santuario y se acercan al Señor para servirle; aquí podrán construir sus casas y tendrán un espacio consagrado al santuario. (Ezequiel 45, 4)

• No podrán vender, ni cambiar, ni ceder nada de esta parte mejor del país, porque está consagrada al Señor. (Ezequiel 48, 14)

• Efraín ha dicho: Sí, me he enriquecido, me he hecho una fortuna. Pero todas sus ganancias no podrán compensar los crímenes que haya cometido. (Oseas 12, 9)

• Ni la plata ni el oro que poseen podrán salvarlos. En el día de la ira del Señor la tierra entera será devorada por el fuego de su celo, pues él destruirá y exterminará de improviso a todos los habitantes de la tierra. (Sofonías 1, 18)

• "Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. (Lucas 13, 24)

• pues yo os daré un lenguaje y una sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. (Lucas 21, 15)

• Les has cegado sus ojos y has embotado su mente para que sus ojos no vean ni su mente comprenda; así no podrán convertirse ni yo los tendré que sanar. (Juan 12, 40)