Fondare 173 Risultati per: ofrendas quemadas

  • y otras siete, raquíticas y quemadas por el viento del este, brotaban después de ellas. (Génesis 41, 6)

  • Después de ellas brotaron otras siete espigas marchitas, raquíticas y quemadas por el viento del este. (Génesis 41, 23)

  • Las siete vacas escuálidas y flacas, que salieron tras las otras, y las siete espigas raquíticas y quemadas por el viento del este, quieren decir que habrá siete años de hambre. (Génesis 41, 27)

  • Harás también para ella platos, cucharas, copas y tazas para las ofrendas de líquidos; todo de oro puro. (Exodo 25, 29)

  • Estará sobre la frente de Aarón, que cargará con los pecados cometidos por los israelitas al hacer sus ofrendas santas. Estará continuamente sobre la frente de Aarón para que el Señor acepte sus ofrendas. (Exodo 28, 38)

  • No me ofrecerás sobre él perfume profano, ni holocausto, ni ofrendas de vino derramado. (Exodo 30, 9)

  • De este modo todos los hombres y mujeres que se sintieron generosos en contribuir a las obras que el Señor había mandado hacer a Moisés trajeron sus ofrendas voluntarias al Señor. (Exodo 35, 29)

  • Recibieron de manos de Moisés todas las ofrendas que los israelitas habían traído para la construcción del santuario. Los israelitas seguían llevando espontáneamente sus ofrendas todas las mañanas; (Exodo 36, 3)

  • Entonces Moisés dispuso que se corriera esta orden por el campamento: "Nadie traiga más ofrendas para el santuario". Así se impidió al pueblo hacer nuevas aportaciones, (Exodo 36, 6)

  • Todo el oro empleado en la obra para la construcción del santuario, procedente de las ofrendas, fue de unos mil ciento cincuenta y cinco kilos, según el peso del santuario. (Exodo 38, 24)

  • El bronce de las ofrendas ascendió a unos dos mil cuatrocientos treinta kilos. (Exodo 38, 29)

  • Echarás sal en todas las oblaciones que ofrezcas; no dejarás nunca de echar en la ofrenda la sal de la alianza con tu Dios; todas tus ofrendas llevarán sal. (Levítico 2, 13)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina