Fondare 99 Risultati per: objetos sagrados

  • contra todas las naves de Tarsis, contra todos los objetos preciosos. (Isaías 2, 16)

  • Ya no mirará más a los altares, obra de sus manos, ni contemplará lo que sus dedos hicieron: los troncos sagrados y las estelas del sol. (Isaías 17, 8)

  • Entregaré también todos los bienes de Jerusalén, toda su fortuna, todos sus objetos de valor, todos los tesoros de los reyes de Judá, en manos de sus enemigos, que los saquearán, se apoderarán de ellos y los llevarán a Babilonia. (Jeremías 20, 5)

  • Yaván, Tubal y Mesec traficaban contigo; pagaban tus mercancías con esclavos y objetos de bronce. (Ezequiel 27, 13)

  • No habéis observado mis ritos sagrados, sino que se lo habéis encomendado a extranjeros en mi santuario. (Ezequiel 44, 8)

  • El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses. (Daniel 1, 2)

  • se apoderará de los tesoros de oro y plata y de todos los objetos preciosos de Egipto, mientras los libios y los etíopes caerán a sus pies. (Daniel 11, 43)

  • Efraín es fecundo entre las cañas; pero llegará el solano, el viento del Señor se alzará del desierto, secará sus manantiales, agotará sus fuentes y se llevará todos sus tesoros, sus objetos preciosos. (Oseas 13, 15)

  • Arrancaré de en medio de ti tus cipos sagrados y destruiré por completo tus ciudades. (Miqueas 5, 13)

  • Robad la plata, robad el oro. ¡Son innumerables las reservas, verdaderos montones de objetos preciosos! (Nahún 2, 10)

  • ¿Puede un hombre engañar a Dios? Sí, vosotros me engañáis y andáis diciendo: "¿En qué te hemos engañado?". En los diezmos y en los tributos sagrados. (Malaquías 3, 8)

  • y no permitía que transportaran objetos por el templo. (Marcos 11, 16)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina