Fondare 304 Risultati per: nacer de nuevo

  • Echaron la sonda, y encontraron que había veinte brazas; la echaron de nuevo un poco más adelante, y encontraron quince brazas. (Hechos 27, 28)

  • Porque no recibisteis el espíritu de esclavitud para recaer de nuevo en el temor, sino que recibisteis el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace exclamar: ¡Abba! ¡Padre! (Romanos 8, 15)

  • Y ellos, si dejan la incredulidad, serán injertados; pues Dios tiene poder para injertarlos de nuevo. (Romanos 11, 23)

  • Y de nuevo: Alabad al Señor todas las naciones y alabadle todos los pueblos. (Romanos 15, 11)

  • No os neguéis el uno al otro esa obligación, a no ser de común acuerdo y por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; después volved de nuevo a juntaros, para que no os tiente Satanás si no podéis guardar continencia. (I Corintios 7, 5)

  • Y lo que siembras no es la planta que ha de nacer, sino un sencillo grano; de trigo, por ejemplo, o de alguna otra semilla. (I Corintios 15, 37)

  • ¿Estoy comenzando a recomendarme de nuevo? ¿O es que necesito, como algunos, cartas de recomendación para vosotros o de vosotros? (II Corintios 3, 1)

  • No intentamos recomendarnos de nuevo, sino daos ocasión de que os sintáis orgullosos de nosotros, para que podáis responder a los que lo hacen externamente, pero no de corazón. (II Corintios 5, 12)

  • De modo que, el que está en Cristo, es una criatura nueva; lo viejo ya pasó, y ha aparecido lo nuevo. (II Corintios 5, 17)

  • pero ahora que conocéis a Dios, o, mejor dicho, que sois conocidos por Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los cuales nuevamente queréis servir otra vez como esclavos? (Gálatas 4, 9)

  • Hijos míos, sufro por vosotros como si os estuviera de nuevo dando a luz hasta que Cristo sea formado en vosotros. (Gálatas 4, 19)

  • Cristo nos ha liberado para que seamos hombres libres; permaneced firmes y no os dejéis poner de nuevo el yugo de la esclavitud. (Gálatas 5, 1)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina