Fondare 544 Risultati per: muerte de Abner
El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley. (I Corintios 15, 56)
Tuvimos como segura la sentencia de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucitará a los muertos. (II Corintios 1, 9)
para éstos, olor de muerte que mata; para aquéllos, olor de vida que da vida. ¿Y quién está a la altura de tal misión? (II Corintios 2, 16)
Y si el ministerio de muerte, grabado en letras sobre piedras, fue glorioso hasta el punto que los israelitas no podían mirar fijamente al rostro de Moisés a causa del resplandor, que era pasajero, (II Corintios 3, 7)
llevamos siempre y por doquier en el cuerpo los sufrimientos de muerte de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nosotros. (II Corintios 4, 10)
Porque, viviendo, estamos siempre expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal. (II Corintios 4, 11)
Así que la muerte actúa en nosotros, pero en vosotros la vida. (II Corintios 4, 12)
como desconocidos, aunque conocidos; como moribundos, aunque estamos vivos; como castigados, aunque sin ser condenados a la muerte; (II Corintios 6, 9)
No lo digo para condenaros, pues acabo de decir que, para muerte o para vida, os tengo dentro de mi corazón. (II Corintios 7, 3)
La tristeza querida por Dios produce un arrepentimiento salvador, de la que no hay que lamentarse, mientras que la tristeza producida por el mundo engendra la muerte. (II Corintios 7, 10)
¿Son ministros de Cristo? Voy a decir una locura: yo mucho más que ellos. Más en trabajos, más en prisiones; en palizas, inmensamente más; en peligros de muerte, muchas veces. (II Corintios 11, 23)
mientras que ahora, unidos a Cristo Jesús gracias a su muerte, los que antes estabais lejos, ahora estáis cerca. (Efesios 2, 13)