Fondare 224 Risultati per: llanura de Moab

  • Quien escape al terror caerá en el foso, y quien salga del foso quedará prendido en el lazo. Sí, traeré todo esto sobre Moab en el año de su castigo -dice el Señor-. (Jeremías 48, 44)

  • Al abrigo de Jesbón se detienen extenuados los fugitivos. Pero un fuego sale de Jesbón, una llama del medio de Sijón, que devora las sienes de Moab, el cráneo de esta gente revoltosa. (Jeremías 48, 45)

  • ¡Ay de ti, Moab! Estás perdido, pueblo de Camós. Tus hijos son llevados al exilio y tus hijas al cautiverio. (Jeremías 48, 46)

  • Pero yo cambiaré la suerte de Moab en días futuros -dice el Señor-. Aquí termina la sentencia contra Moab. (Jeremías 48, 47)

  • Pero el ejército de los caldeos salió en persecución del rey, y dieron alcance a Sedecías en la llanura de Jericó; todos sus hombres lo abandonaron y se dispersaron. (Jeremías 52, 8)

  • Esto dice el Señor Dios: "Porque Moab y Seír han dicho: ¡Mirad, la casa de Judá es como todos los otros pueblos!, (Ezequiel 25, 8)

  • por eso yo abro la espalda de Moab; destruyo sus ciudades hasta la última, la gloria del país, Bet Yesimot, Baal Meón y Quiriatáyim. (Ezequiel 25, 9)

  • También con Moab haré justicia y sabrán que yo soy el Señor". (Ezequiel 25, 11)

  • El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de treinta metros de alta por tres de ancha; la levantó en la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia. (Daniel 3, 1)

  • Después vendrá a la tierra santa, donde caerán muchísimos, pero se escaparán de sus manos los siguientes países: Edón, Moab y la parte principal de Amón. (Daniel 11, 41)

  • Esto dice el Señor: Por tres crímenes de Moab y por cuatro no le perdonaré; por haber quemado los huesos del rey de Edón hasta calcinarlos, (Amós 2, 1)

  • enviaré fuego contra Moab, que devorará los palacios de Queriot, y Moab morirá en el fragor entre el clamor bélico y el sonido de la trompeta; (Amós 2, 2)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina