Fondare 1416 Risultati per: eso

  • Por eso, al entrar en este mundo, Cristo dijo: No has querido sacrificios ni ofrendas, pero en su lugar me has formado un cuerpo. (Hebreos 10, 5)

  • Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente. (Hebreos 10, 34)

  • Ellos, en cambio, aspiraban a una patria mejor, es decir, celeste. Por eso Dios no se avergüenza de ellos, de llamarse "su Dios", porque les ha preparado una ciudad. (Hebreos 11, 16)

  • Porque pensaba que Dios tiene poder incluso para resucitar a los muertos. Por eso recobró a su hijo. Esto es un símbolo para nosotros. (Hebreos 11, 19)

  • con los ojos puestos en la recompensa, consideró mayor riqueza el oprobio del ungido que los tesoros de Egipto. (Hebreos 11, 26)

  • Precisamente por eso también nosotros, envueltos como estamos en una gran nube de testigos, debemos liberarnos de todo aquello que es un peso para nosotros y del pecado, que fácilmente nos seduce, y correr con perseverancia en la prueba que se nos propone, (Hebreos 12, 1)

  • Acordaos de los presos, de los que sufren torturas, como si estuvieseis en su mismo cuerpo. (Hebreos 13, 3)

  • Por eso también Jesucristo, para santificar al pueblo por su propia sangre, murió fuera de la ciudad. (Hebreos 13, 12)

  • No os olvidéis de hacer el bien y de compartir vuestros bienes con los demás, pues ésos son los sacrificios que agradan a Dios. (Hebreos 13, 16)

  • Por eso, alejad de vosotros todo vicio y toda manifestación de malicia, y recibid con docilidad la palabra que ha sido plantada en vosotros y que puede salvaros. (Santiago 1, 21)

  • Pero si tenéis favoritismos, cometéis un pecado, y la ley os condena como transgresores. (Santiago 2, 9)

  • Pues el que ha dicho: No cometerás adulterio, ha dicho también: No matarás. Porque si no cometes adulterio y matas, te haces transgresor de la ley. (Santiago 2, 11)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina