Fondare 315 Risultati per: diez tribus

  • Los más hábiles entre los participantes en la obra fabricaron el tabernáculo con diez cortinas de lino fino trenzado con púrpura violeta, escarlata y carmesí, artísticamente recamado, con figuras de querubines. (Exodo 36, 8)

  • En el lado oeste llevaba veinticinco metros de cortinas y diez columnas con sus respectivas basas. Los garfios de las columnas y sus anillos eran de plata. (Exodo 38, 12)

  • En la entrada del atrio había una cortina en púrpura violeta, escarlata y carmesí, de lino fino trenzado, artísticamente recamado, de diez metros de larga por dos y medio de alta, igual que las cortinas del atrio. (Exodo 38, 18)

  • Las piedras eran doce, según los nombres de las doce tribus de Israel, grabadas al modo como se graban los sellos, cada una con su nombre, según las doce tribus. (Exodo 39, 14)

  • Ésta será para vosotros ley perpetua: el séptimo mes, el día diez del mes, ayunaréis y no haréis trabajo alguno, tanto el indígena como el extranjero residente en medio de vosotros. (Levítico 16, 29)

  • "El diez del mismo mes séptimo es el día del perdón; celebraréis asamblea santa y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 23, 27)

  • El día diez del mes séptimo, el día del perdón, harás que resuene la trompeta por todo el país. (Levítico 25, 9)

  • Cinco de los vuestros perseguirán a ciento, ciento pondrán en fuga a diez mil y vuestros enemigos caerán a espada ante vosotros. (Levítico 26, 8)

  • Cuando yo retire el sustento de pan, diez mujeres bastarán para cocer el pan en un solo horno y os lo darán tasado, de manera que comeréis y no quedaréis satisfechos. (Levítico 26, 26)

  • Uno de cada diez animales del ganado mayor y menor será consagrado al Señor. (Levítico 27, 32)

  • Éstos eran los delegados de la comunidad, los responsables de sus tribus, jefes de millar en Israel. (Números 1, 16)

  • los jefes de Israel, cabezas de las tribus, que habían dirigido el censo, hicieron una ofrenda (Números 7, 2)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina