Fondare 355 Risultati per: cuatro animales

  • "Y cuando repartí los siete para los cuatro mil, ¿cuántas espuertas recogisteis?". Dijeron: "Siete". (Marcos 8, 20)

  • Mandará a sus ángeles a reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, desde uno a otro extremo del cielo y de la tierra". (Marcos 13, 27)

  • Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. (Lucas 2, 37)

  • Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres; y si he estafado a alguien, le devolveré cuatro veces más". (Lucas 19, 8)

  • Él les dijo: "Venid y lo veréis". Fueron, vieron dónde vivía y permanecieron con él aquel día. Eran como las cuatro de la tarde. (Juan 1, 39)

  • ¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la siega? Pues yo os digo: Alzad los ojos y ved los campos ya dorados para la siega. (Juan 4, 35)

  • A su llegada, Jesús se encontró con que hacía cuatro días que Lázaro estaba muerto. (Juan 11, 17)

  • Jesús dijo: "Quitad la piedra". Marta, la hermana del difunto, le dijo: "Señor, ya huele, pues lleva cuatro días". (Juan 11, 39)

  • Los soldados, después de crucificar a Jesús, se repartieron la ropa en cuatro partes, una para cada uno. Dejaron aparte la túnica, tejida de una pieza de arriba abajo sin costura alguna. (Juan 19, 23)

  • vio el cielo abierto y un objeto a modo de un gran lienzo, que colgado de las cuatro puntas descendía hacia la tierra; (Hechos 10, 11)

  • Cornelio respondió: "Hace cuatro días, justamente a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo orando en mi casa, cuando se presentó delante de mí un hombre con un vestido resplandeciente, (Hechos 10, 30)

  • "Estaba yo en la ciudad de Jafa orando, cuando tuve en éxtasis una visión: un objeto descendía a modo de un gran lienzo, colgado por las cuatro puntas desde el cielo, y llegó hasta mí. (Hechos 11, 5)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina