Fondare 431 Risultati per: comida en el desierto

  • Desde entonces el inspector siguió retirándoles su ración de comida y su vino y dándoles tan sólo legumbres. (Daniel 1, 16)

  • Su ramaje era hermoso, abundante su fruto, había en él comida para todos; a su sombra se cobijaban las bestias de los campos, en sus ramas hacían nidos los pájaros del cielo y de él se alimentaba todo ser viviente. (Daniel 4, 9)

  • Serás expulsado de entre los hombres y tendrás tu morada con las bestias salvajes; hierba como los bueyes tendrás por comida y serás bañado por el rocío del cielo. Siete períodos pasarán así por ti, hasta que reconozcas que el altísimo tiene poder sobre el imperio de los hombres y se lo da a quien quiere. (Daniel 4, 22)

  • Pero el ángel del Señor dijo a Habacuc: "Lleva la comida que has preparado a Babilonia para Daniel, que está en el foso de los leones". (Daniel 14, 34)

  • Habacuc gritó: "Daniel, Daniel, toma la comida que el Señor te ha enviado". (Daniel 14, 37)

  • De lo contrario, la dejaré desnuda, como el día en que nació; la dejaré como un desierto, la reduciré a tierra seca y la haré morir de sed. (Oseas 2, 5)

  • Pero yo la atraeré y la guiaré al desierto, donde hablaré a su corazón. (Oseas 2, 16)

  • Como uva en el desierto encontré yo a Israel, como breva de higuera vi a vuestros padres. Pero al llegar a Baal Fegor se consagraron a la infamia, y se hicieron despreciables como el objeto de su amor. (Oseas 9, 10)

  • Yo en el desierto te cuidé, en la tierra de la sequedad. (Oseas 13, 5)

  • Efraín es fecundo entre las cañas; pero llegará el solano, el viento del Señor se alzará del desierto, secará sus manantiales, agotará sus fuentes y se llevará todos sus tesoros, sus objetos preciosos. (Oseas 13, 15)

  • ¿No veis cómo falta la comida, la alegría y el júbilo de la casa de nuestro Dios? (Joel 1, 16)

  • A ti clamo, Señor, porque el fuego ha devorado los pastizales del desierto, la llama ha consumido todos los árboles del campo. (Joel 1, 19)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina