Fondare 7884 Risultati per: ciudad del Señor

  • De allí se trasladó a la montaña situada al oriente de Betel y allí plantó su tienda, con Betel al oeste y Ay al este. Aquí levantó al Señor un altar e invocó su nombre. (Génesis 12, 8)

  • Pero el Señor castigó con grandes plagas al Faraón y a su casa por lo de Saray, la mujer de Abrán. (Génesis 12, 17)

  • donde anteriormente había levantado un altar y había invocado el nombre del Señor. (Génesis 13, 4)

  • Lot alzó sus ojos y vio toda la llanura del Jordán enteramente regada -esto era antes de que el Señor destruyera Sodoma y Gomorra-, y aquella llanura hasta Soar era como el jardín del Señor y como el país de Egipto. (Génesis 13, 10)

  • Los habitantes de Sodoma eran unos malvados y grandes pecadores contra el Señor. (Génesis 13, 13)

  • El Señor dijo a Abrán después que Lot se había separado de él: "Alza tus ojos y desde el lugar donde estás mira al norte y al sur, al este y al oeste. (Génesis 13, 14)

  • Abrán levantó sus tiendas y se fue a habitar al encinar de Mambré, cerca de Hebrón, y allí levantó un altar al Señor. (Génesis 13, 18)

  • Abrán le respondió: "Juro, mano en alto, al Señor que creó el cielo y la tierra: Yo no tomaré nada de lo que es tuyo, (Génesis 14, 22)

  • Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: "No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande". (Génesis 15, 1)

  • Abrán respondió: "Señor Dios, ¿qué me vas a dar? Yo estoy ya para morir sin hijos, y el heredero de mi casa será ese Eliezer de Damasco. (Génesis 15, 2)

  • Entonces el Señor le dirigió la palabra y le dijo: "No, no será ése tu heredero, sino uno salido de tus entrañas". (Génesis 15, 4)

  • Abrán creyó al Señor, y el Señor le consideró como un hombre justo. (Génesis 15, 6)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina