Fondare 126 Risultati per: bueno

  • Por mi parte, lejos de mí pecar contra el Señor dejando de rogar por vosotros y de enseñaros el camino bueno y recto. (I Samuel 12, 23)

  • Anda, sé bueno conmigo, ya que hicimos un pacto ante el Señor. Si en mí hay culpa alguna, mátame tú mismo; ¿para qué llevarme hasta tu padre?". (I Samuel 20, 8)

  • Jusay le contestó: "No es bueno el consejo que Ajitófel ha dado esta vez". (II Samuel 17, 7)

  • El centinela dijo: "El modo de correr del primero me parece el modo de correr de Ajimás, hijo de Sadoc". El rey contestó: "Es un hombre bueno; viene para traer buenas noticias". (II Samuel 18, 27)

  • Concédeme un corazón prudente para gobernar a tu pueblo y saber discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién, si no, podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?". (I Reyes 3, 9)

  • Hizo lo que es bueno a los ojos del Señor como su padre, Ozías. (II Reyes 15, 34)

  • Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor. (I Crónicas 16, 34)

  • Todos, como un solo hombre, trompeteros y cantores, alababan y daban gracias al Señor. Y al son de las trompetas, címbalos y demás instrumentos musicales alababan al Señor: "Porque es bueno, porque es eterno su amor". Una nube llenó el templo del Señor, (II Crónicas 5, 13)

  • Todos los israelitas, al ver descender el fuego y reposar sobre el templo la gloria del Señor, cayeron rostro a tierra sobre el pavimento, mientras adoraban y alababan al Señor repitiendo: "Porque es bueno, porque es eterno su amor". (II Crónicas 7, 3)

  • Asá hizo lo que es bueno y justo delante del Señor, su Dios. (II Crónicas 14, 1)

  • No obstante, algo bueno hay en ti, pues has destruido las imágenes de Aserá y buscas a Dios de corazón". (II Crónicas 19, 3)

  • Para los asuntos religiosos, ahí tenéis a Amarías, el sacerdote jefe; y para los asuntos civiles, a Zebadías, hijo de Ismael, jefe de la casa de Judá. Y como secretarios, tenéis a los levitas. Ánimo y manos a la obra; el Señor estará siempre con el bueno". (II Crónicas 19, 11)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina