Fondare 54 Risultati per: asesinato de Abner

  • Durante la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se hacía cada vez más fuerte en la casa de Saúl. (II Samuel 3, 6)

  • Saúl había tenido una concubina llamada Rispá, hija de Ayá. Abner la tomó para sí. Isbaal dijo a Abner: "¿Por qué te has unido a la concubina de mi padre?". (II Samuel 3, 7)

  • Abner se indignó mucho por estas palabras de Isbaal, y le dijo: "¿Soy yo, acaso, una cabeza de perro? Yo he tenido piedad de la casa de Saúl, con sus hermanos y sus amigos, y no te he dejado caer en manos de David; ¿y ahora me recriminas por una mujer? (II Samuel 3, 8)

  • Que Dios castigue a Abner, si no hago que se cumpla lo que el Señor prometió con juramento a David: (II Samuel 3, 9)

  • Isbaal no pudo responder palabra a Abner por el miedo que le tenía. (II Samuel 3, 11)

  • Abner envió mensajeros a David para decirle: "Haz un pacto conmigo, y yo te apoyaré para que todo Israel se ponga de tu parte". (II Samuel 3, 12)

  • Su marido partió con ella y la siguió llorando hasta Bajurín. Abner le dijo: "Anda, vuélvete". Y él se volvió. (II Samuel 3, 16)

  • Abner dijo a los ancianos de Israel: "Hace tiempo que deseáis tener a David por vuestro rey. (II Samuel 3, 17)

  • Fue acompañado de veinte hombres, y David ofreció un banquete a Abner y a los hombres que le acompañaban. (II Samuel 3, 20)

  • Abner dijo a David: "Me voy a reunir a todo Israel junto a mi señor el rey. Ellos harán un pacto según los deseos de tu corazón". David despidió a Abner, que se marchó en paz. (II Samuel 3, 21)

  • Los hombres de David y Joab llegaron de una expedición trayendo un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, pues le había despedido y había marchado en paz. (II Samuel 3, 22)

  • Cuando llegaron Joab y todo el ejército que él mandaba, comunicaron a Joab que había venido Abner, hijo de Ner, y que el rey le había despedido y le había dejado ir en paz. (II Samuel 3, 23)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina