Fondare 78 Risultati per: Vuelto
La cólera del Señor omnipotente ha incendiado la tierra, y el pueblo se ha vuelto pasto de las llamas. Nadie perdona a su vecino. (Isaías 9, 18)
Toda visión se ha vuelto para vosotros como las palabras de un libro sellado. Si se le entrega a uno que sepa leer, diciéndole: Lee esto, responde: No puedo, porque este libro está sellado. (Isaías 29, 11)
Pero éste es un pueblo saqueado y despojado; todos están presos en cavernas, en calabozos encerrados. Botín se han vuelto, y no hay quien los libre; saqueo, y nadie dice: ¡Restituye! (Isaías 42, 22)
Yo pensaba: Después de haber hecho todo esto, se volverá a mí. Pero no ha vuelto. Y Judá, su pérfida hermana, ha visto todo esto. (Jeremías 3, 7)
Y con todo esto, Judá, su pérfida hermana, no ha vuelto a mí de todo corazón, su arrepentimiento es falso, dice el Señor. (Jeremías 3, 10)
Tú me has abandonado -dice el Señor-, me has vuelto la espalda, y yo he extendido mi mano contra ti para aniquilarte: ¡Ya estoy cansado de compadecerme! (Jeremías 15, 6)
Porque yo he vuelto mi rostro a esta ciudad, pero para mal, no para su bien -dice el Señor-. Será entregada al rey de Babilonia, que la prenderá fuego. (Jeremías 21, 10)
Pero en seguida os habéis vuelto atrás y habéis profanado mi nombre volviendo a tomar cada uno a sus propios esclavos y esclavas a quienes habíais concedido la libertad, y los habéis forzado a ser vuestros esclavos como antes. (Jeremías 34, 16)
Así pues, Juan, hijo de Carej, y todos los oficiales tomaron consigo a todos los supervivientes de Judá que habían vuelto de todas las naciones donde estaban dispersos a habitar en la tierra de Judá: (Jeremías 43, 5)
¡Ay cómo ha quedado roto! ¡Gemid! ¡Cómo ha vuelto Moab la espalda vergonzosamente! Moab se ha convertido en la irrisión, el horror de todos sus vecinos. (Jeremías 48, 39)
Llora a raudales en la noche y las lágrimas surcan sus mejillas. Nadie hay que la consuele entre todos sus amantes; la han traicionado todos sus aliados, se le han vuelto enemigos. (Lamentaciones 1, 2)
Mucho ha pecado Jerusalén, se ha vuelto objeto de horror; todos los que la honraban la desprecian, porque han visto su desnudez. Ella también gime y se vuelve de espaldas. (Lamentaciones 1, 8)