Fondare 14 Risultati per: Vigilancia

  • Éste será el servicio de los clanes guersonitas en la tienda de la reunión. Su ministerio estará bajo la vigilancia del sacerdote Itamar, hijo de Aarón". (Números 4, 28)

  • cuatro carros y ocho bueyes a los hijos de Merarí, según su oficio, bajo la vigilancia del sacerdote Itamar, hijo de Aarón. (Números 7, 8)

  • y lo pusieron bajo vigilancia, pues no se había determinado todavía qué debía hacerse con él. (Números 15, 34)

  • Aquella misma noche Saúl mandó mensajeros a casa de David para montar vigilancia y matarlo por la mañana. Pero Mical, la mujer de David, le avisó: "Si no te pones a salvo esta misma noche, mañana te matarán". (I Samuel 19, 11)

  • Los israelitas cometieron acciones horrorosas contra el Señor, su Dios: se edificaron colinas en todas sus localidades; tanto en las torres de vigilancia como en las ciudades amuralladas, (II Reyes 17, 9)

  • Él fue quien derrotó a los filisteos hasta Gaza y su término, desde las torres de vigilancia hasta las ciudades fortificadas. (II Reyes 18, 8)

  • Los hombres llevaban a cabo el trabajo con fidelidad, bajo la vigilancia y dirección de los levitas Yájat y Abdías, meraritas, y de Zacarías y Mesulán, quehatitas. Los levitas, expertos en instrumentos musicales, (II Crónicas 34, 12)

  • A continuación Malaquías, del gremio de los orfebres, restauró hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, frente a la puerta de la Vigilancia y hasta la cámara alta del ángulo. (Nehemías 3, 31)

  • Construida la muralla, y después de haber colocado las hojas de las puertas, quedaron encargados de la vigilancia los porteros, los cantores y los levitas. (Nehemías 7, 1)

  • luego por encima de la puerta de Efraín, la puerta de los Peces, la torre de Jananel hasta la puerta de las Ovejas; se hizo alto en la puerta de la Vigilancia. (Nehemías 12, 39)

  • Entraba por la tarde, y a la mañana era llevada al segundo harén, bajo la vigilancia de Saasgaz, eunuco del rey y guardián de las concubinas. No volvía a presentarse ante el rey, a no ser que él lo desease y fuese llamada nominalmente. (Ester 2, 14)

  • Tomó, finalmente, a los hijos de los jefes del país como rehenes y los puso bajo vigilancia en la ciudadela de Jerusalén. (I Macabeos 9, 53)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina