Fondare 276 Risultati per: Reunión de las tribus

  • Más aún, desde los alrededores inmediatos hasta las lejanas tribus de Isacar, Dan y Neftalí venían a Hebrón con asnos, camellos, mulos y bueyes con pan, harina, higos, pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abudancia, pues era fiesta en Israel. (I Crónicas 12, 41)

  • En una palabra, su obligación era el servicio de la tienda de la reunión, del santuario, de los hijos de Aarón, sus hermanos, y del servicio del templo del Señor. (I Crónicas 23, 32)

  • El rey David nombró a 2.700 hermanos de Yerías, hombres valerosos y jefes de familias, como inspectores de las tribus de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés, en todos los asuntos referentes a Dios y al rey. (I Crónicas 26, 32)

  • Estos son los jefes de las tribus de Israel: jefe de Rubén, Eliezer, hijo de Zicrí; de Simeón, Sefatías, hijo de Maacá; (I Crónicas 27, 16)

  • de Dan, Azarael, hijo de Yeroján. Éstos eran los jefes de las tribus de Israel. (I Crónicas 27, 22)

  • Los jefes de las familias, los de las tribus de Israel, los de millares y centurias y los encargados de los trabajos del rey se comprometieron (I Crónicas 29, 6)

  • Y con toda la asamblea fue al alto de Gabaón, donde estaba la tienda de la reunión de Dios, que Moisés, siervo del Señor, había hecho en el desierto. (II Crónicas 1, 3)

  • Allí, en presencia de Dios, Salomón subió al altar de bronce, que estaba junto a la tienda de la reunión, y ofreció sobre él 1.000 holocaustos. (II Crónicas 1, 6)

  • Salomón salió de Gabaón, de la tienda de la reunión, y regresó a Jerusalén, donde reinó sobre Israel. (II Crónicas 1, 13)

  • Salomón convocó en Jerusalén a los ancianos de Israel, a los jefes de las tribus y de las familias israelitas, para trasladar desde Sión, la ciudad de David, el arca de la alianza del Señor. (II Crónicas 5, 2)

  • y la llevaron al templo con la tienda de la reunión y todos los utensilios sagrados que había en ella. La llevaron los sacerdotes y los levitas. (II Crónicas 5, 5)

  • Desde el día que saqué a mi pueblo de Egipto, no he escogido ninguna otra ciudad de entre las tribus de Israel para que se me construyera en ella un templo como morada de mi nombre, ni tampoco he elegido un hombre para guía de mi pueblo Israel; (II Crónicas 6, 5)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina