Fondare 157 Risultati per: Moab

  • Derrotó a Moab, y los moabitas quedaron sometidos a David y le pagaron tributo. (I Crónicas 18, 2)

  • que el rey David consagró al Señor junto con la plata y oro que había quitado a otras naciones: a Edón, a Moab, a los amonitas, a los filisteos y a Amalec. (I Crónicas 18, 11)

  • Mira ahora a los hijos de Amón, a los de Moab y a los de los montes de Seír, cuyas tierras no permitiste que atravesaran los israelitas cuando venían de Egipto, sino que les hiciste dar un largo rodeo para no destruirlos; (II Crónicas 20, 10)

  • de Pajat Moab, es decir, de Josué y Joab, dos mil ochocientos doce; (Esdras 2, 6)

  • De los de Pajat Moab, Elyoenay, hijo de Zerajías, y con él doscientos varones. (Esdras 8, 4)

  • De los de Pajat Moab: Adná, Quelal, Benayas, Maasías, Matanías, Besalel, Binuy y Manasés. (Esdras 10, 30)

  • Malaquías, hijo de Jarín, y Jasub, hijo de Pajat Moab, repararon el tramo siguiente hasta la torre de los Hornos. (Nehemías 3, 11)

  • descendientes de Pajat Moab, es decir, de Josué y Joab: dos mil ochocientos dieciocho; (Nehemías 7, 11)

  • Jefes del pueblo: Parós, Pajat, Moab, Elán, Zatú, Baní, (Nehemías 10, 15)

  • Entonces Nabucodonosor se llenó de ira contra todas estas regiones y juró por su trono y por su imperio vengarse con su espada de las regiones de Cilicia, de Damasco y de Siria, así como de todos los habitantes de Moab, Amón, Judea y Egipto hasta los límites de los dos mares. (Judit 1, 12)

  • Tan pronto como Ajior terminó de hablar, todo el pueblo que estaba congregado ante la tienda comenzó a murmurar. Los magnates de Holofernes, los habitantes del litoral y los de Moab hablaban de despedazarlo. (Judit 5, 22)

  • Apaciguado el tumulto de la asamblea, Holofernes, general jefe del ejército asirio, dijo a Ajior y a los hombres de Moab, ante la muchedumbre de extranjeros: (Judit 6, 1)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina