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Corrí hacia el ángel y le dije que me diera el librito. Él me contestó: "Tómalo y cómetelo; te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel". (Apocalipsis 10, 9)
Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí; era dulce como la miel en mi boca, pero en cuanto me lo comí se me llenaron de amargura las entrañas. (Apocalipsis 10, 10)
Ellos tienen poder para cerrar el cielo con el fin de que no llueva durante los días de su predicación; tienen asimismo poder sobre las aguas para cambiarlas en sangre, y poder para herir a la tierra con toda clase de plagas todas las veces que quieran. (Apocalipsis 11, 6)
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios cayeron de rodillas y adoraron a Dios, (Apocalipsis 11, 16)
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. (Apocalipsis 12, 1)
Estaba encinta, y gritaba con los dolores de parto y las angustias de dar a luz. (Apocalipsis 12, 2)
su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó sobre la tierra. El dragón se puso delante de la mujer en trance de dar a luz, para devorar al hijo tan pronto como le diera a luz. (Apocalipsis 12, 4)
Ella dio a luz un hijo varón, el que debía regir a todas las naciones con una vara de hierro. El hijo fue arrebatado hacia Dios y a su trono. (Apocalipsis 12, 5)
Pero dieron a la mujer dos alas de águila real para volar al desierto, el lugar donde es alimentada por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo lejos de la vista de la serpiente. (Apocalipsis 12, 14)
Entonces vi surgir del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas; sobre sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas nombres blasfemos. (Apocalipsis 13, 1)
Le dieron una boca que profería palabras arrogantes y blasfemias, y poder para hacerlo durante cuarenta y dos meses. (Apocalipsis 13, 5)
Abrió su boca para blasfemar contra Dios, contra su nombre, contra su santuario y contra los que habitan en el cielo. (Apocalipsis 13, 6)