Fondare 284 Risultati per: Hija
Reinó tres años en Jerusalén. Su madre se llamaba Maacá, y era hija de Uriel, de Guibeá. Estalló la guerra entre Abías y Jeroboán. (II Crónicas 13, 2)
Josafat reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco en Jerusalén. Su madre se llamaba Azubá, y era hija de Siljí. (II Crónicas 20, 31)
Siguió la conducta de los reyes de Israel y de la casa de Ajab, pues estaba casado con una hija de éste. Hizo lo que es malo a los ojos del Señor. (II Crónicas 21, 6)
Tenía cuarenta y dos años cuando empezó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. Su madre, hija de Omrí, se llamaba Atalía. (II Crónicas 22, 2)
Pero, cuando estaban matando a los hijos del rey, Josebá, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo escondió con su nodriza en el dormitorio. De esta manera, Josebá, hija del rey Jorán, mujer del sacerdote Yehoyadá y hermana de Ocozías, lo libró de Atalía, que no lo mató. (II Crónicas 22, 11)
Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano manda a decir al cedro del Líbano: Da tu hija por esposa a mi hijo; pero pasaron las fieras del Líbano y pisotearon el cardo. (II Crónicas 25, 18)
Jotán tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó dieciséis años en Jerusalén. Su madre, hija de Sadoc, se llamaba Yerusá. (II Crónicas 27, 1)
Ezequías tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Abí, y era hija de Zacarías. (II Crónicas 29, 1)
pues Tobías tenía muchos aliados en Judá por ser yerno de Secanías, hijo de Araj, y estar casado su hijo Yohojanán con la hija de Mesulán, hijo de Berequías. (Nehemías 6, 18)
Aquel mismo día, Sara, hija de Ragüel, el de Ecbatana de Media, fue injuriada por una de las criadas de su padre, (Tobías 3, 7)
¿Por qué entonces nos castigas, si han muerto? Vete con ellos, y que jamás veamos hijo o hija tuya". (Tobías 3, 9)
Ella se entristeció profundamente y, llorando, subió a la habitación de su padre dispuesta a ahorcarse. Pero lo pensó mejor y dijo: "Se reirían de mi padre y le dirían: La única hija que tenías, tan querida para ti, se ha ahorcado por sus desventuras. Sería yo la causa de que las canas de mi padre descendiesen con dolor a la región de los muertos. Mejor será no ahorcarme, sino pedir al Señor la muerte para que nadie vuelva a ultrajarme". (Tobías 3, 10)