Fondare 52 Risultati per: Fuente

  • Después llegaron a la fuente de la justicia, o sea Cades, y ocuparon todo el territorio de los amalecitas y el de los amorreos, que habitaban en Jasesón Tamar. (Génesis 14, 7)

  • El ángel del Señor la encontró en el desierto junto a un manantial de agua, la fuente que está en el camino de Sur, (Génesis 16, 7)

  • Yo me quedaré junto a esta fuente mientras las hijas de la ciudad salen por agua. (Génesis 24, 13)

  • La joven era muy bella y virgen; ningún varón la había tocado. Bajó a la fuente, llenó el cántaro e iba ya a subir, (Génesis 24, 16)

  • Rebeca tenía un hermano de nombre Labán, el cual salió aprisa al encuentro del criado junto a la fuente. (Génesis 24, 29)

  • Al ver el anillo y los brazaletes que llevaba su hermana y al oírla contar todo lo que aquel hombre le había dicho, fue hasta él, pues estaba todavía con los camellos junto a la fuente, (Génesis 24, 30)

  • Hoy llegué a la fuente y dije: Señor, Dios de mi amo Abrahán, lleva a feliz éxito el viaje que he emprendido; (Génesis 24, 42)

  • yo me quedaré aquí junto a la fuente; la joven que salga por agua, a la que yo diga: Dame de beber de tu cántaro (Génesis 24, 43)

  • No había acabado yo de hablar, y he aquí que salía Rebeca con su cántaro al hombro; bajó a la fuente y sacó agua. Yo le dije: Dame de beber. (Génesis 24, 45)

  • Ramo de vid fecunda es José, ramo de vid frondosa junto a la fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro. (Génesis 49, 22)

  • Si uno se acuesta con una mujer durante el período de su menstruación y tiene relaciones sexuales con ella, descubre la sangre de la mujer en su fuente y la mujer descubre la fuente de su propia sangre; los dos serán extirpados de en medio de su pueblo. (Levítico 20, 18)

  • Israel vive en seguridad, la fuente de Jacob vive apartada en una tierra de trigo y mosto, que el cielo mismo riega con su rocío. (Deuteronomio 33, 28)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina