Fondare 28 Risultati per: Cetro

  • El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán. (Génesis 49, 10)

  • Pozo cavado por los príncipes, abierto por los nobles del pueblo, con el cetro, con sus bastones". De Beer fueron a Mataná; (Números 21, 18)

  • Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no de cerca: una estrella se destaca de Jacob, surge un cetro de Israel. Aplasta las sienes de Moab y el cráneo de los hijos de Set. (Números 24, 17)

  • "Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias saben que cualquiera, hombre o mujer, que entre en el vestíbulo interno, sin haber sido llamado, cae bajo la ley inexorable que lo condena a muerte, a no ser que el rey, tendiendo hacia él su cetro de oro, le conceda la gracia de la vida. Hace ya treinta días que no me ha llamado". (Ester 4, 11)

  • Cuando vio que la reina Ester estaba de pie en el atrio, le arrebató su encanto y tendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano. Ester se acercó y tocó la punta del cetro. (Ester 5, 2)

  • El rey tendió el cetro de oro y ella se levantó, se puso delante del rey, (Ester 8, 4)

  • No entregues, Señor, tu cetro a los que son nada; que no se rían los gentiles de nuestra ruina. Vuelve sus propósitos contra ellos e infiere ejemplar castigo al que inició contra nosotros esta guerra. (Ester 14, 11)

  • Y levantando su cetro de oro, lo posó sobre su cuello, besó a Ester y le dijo: "Háblame". (Ester 15, 15)

  • Los destrozarás con un cetro de hierro, los triturarás como a vasos de alfarero". (Salmos 2, 9)

  • Tu trono, oh Dios, dura eternamente; el cetro de tu reino es cetro de justicia. (Salmos 45, 7)

  • mío es Galaad y mío Manasés, yelmo de mi cabeza es Efraín y mi cetro Judá, (Salmos 60, 9)

  • mío es Galaad y mío Manasés, Efraín es yelmo de mi cabeza y Judá mi cetro, (Salmos 108, 9)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina