Fondare 2107 Risultati per: Cam

  • Al verlos, exclamó: "Éste es el campo de Dios", y llamó a aquel lugar Majanáyim. (Génesis 32, 3)

  • Jacob envió por delante mensajeros a su hermano Esaú, al país de Seír, en los campos de Edón. (Génesis 32, 4)

  • Jacob tuvo gran temor y se llenó de angustia. Dividió en dos campamentos a la gente que estaba con él y también las ovejas, las vacas y los camellos. (Génesis 32, 8)

  • yo no soy digno de todos tus favores y de todo el bien que has hecho a tu siervo, pues pasé este Jordán sólo con mi bastón y ahora puedo formar dos campamentos. (Génesis 32, 11)

  • cuarenta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez asnos. (Génesis 32, 16)

  • Mandó por delante los regalos y él pasó la noche en el campamento. (Génesis 32, 22)

  • Jacob le respondió: "Mi señor sabe que los niños son de tierna edad y que yo tengo que ocuparme de las ovejas y las vacas paridas; si las fuerzo a caminar, en un solo día morirá todo el rebaño. (Génesis 33, 13)

  • Aquel mismo día Esaú volvió por su camino a Seír, (Génesis 33, 16)

  • Jacob, de vuelta de la llanura de Padán Arán, llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en tierra de Canaán, y acampó delante de ella. (Génesis 33, 18)

  • Compró después a los hijos de Jamor, padre de Siquén, por cien monedas de plata, el trozo de campo donde había levantado su tienda, (Génesis 33, 19)

  • Jacob se enteró de que Siquén había deshonrado a Dina; pero como sus hijos estaban en el campo con el ganado, se calló hasta que ellos regresaron. (Génesis 34, 5)

  • Cuando los hijos de Jacob, a su vuelta del campo, se enteraron de lo ocurrido, se indignaron y se llenaron de ira por la infamia que había cometido Siquén acostándose con la hija de Jacob. "¡Eso no se hace!". (Génesis 34, 7)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina