Fondare 52 Risultati per: Abner

  • Entonces Joab se presentó al rey y le dijo: "¿Qué has hecho? Abner ha venido a verte; ¿por qué le has despedido y le has dejado ir en paz? (II Samuel 3, 24)

  • ¿Es que no conoces tú a Abner, hijo de Ner? Seguro que ha venido para engañarte, para conocer todos tus pasos y para saber lo que haces". (II Samuel 3, 25)

  • Joab, al salir de estar con David, envió mensajeros en persecución de Abner, que le hicieron volver desde la cisterna de Sirá, sin saberlo David. (II Samuel 3, 26)

  • Cuando Abner volvió a Hebrón, Joab le llevó aparte, al lado de la puerta, como para hablar pacíficamente con él, y allí le hirió mortalmente en el vientre, por la sangre de Asael, su hermano. (II Samuel 3, 27)

  • Cuando David supo lo que había pasado, dijo: "Yo y mi reino somos inocentes por siempre ante el Señor de la sangre de Abner, hijo de Ner. (II Samuel 3, 28)

  • Joab y su hermano Abisay mataron a Abner porque había dado muerte a su hermano Asael en la batalla de Gabaón. (II Samuel 3, 30)

  • David dijo a Joab y a los que estaban con él: "Rasgad vuestras vestiduras, vestíos de saco y guardad luto por Abner". Y el rey David iba detrás del féretro. (II Samuel 3, 31)

  • Sepultaron a Abner en Hebrón. El rey lloró en voz alta sobre el sepulcro de Abner, y todo el pueblo lloraba también. (II Samuel 3, 32)

  • El rey cantó esta elegía sobre Abner: "¿Debía morir Abner como muere un insensato? (II Samuel 3, 33)

  • Aquel día se convenció todo el pueblo y todo Israel de que no había partido del rey la orden de matar a Abner, hijo de Ner. (II Samuel 3, 37)

  • Cuando Isbaal, hijo de Saúl, supo que Abner había muerto en Hebrón, se quedó sin aliento, y todo Israel quedó consternado. (II Samuel 4, 1)

  • David ordenó a sus servidores que los matasen. Les cortaron las manos y los pies y los colgaron cerca de la piscina de Hebrón. Tomaron también la cabeza de Isbaal y la enterraron en el sepulcro de Abner, en Hebrón. (II Samuel 4, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina