Fondare 25046 Risultati per: Él

  • Sus ojos son como una llama de fuego; sobre su cabeza tiene muchas diademas; tiene un nombre escrito, que él solo conoce; (Apocalipsis 19, 12)

  • Y los ejércitos celestes lo acompañan sobre caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco y limpio. (Apocalipsis 19, 14)

  • De su boca sale una espada afilada para herir a las naciones; él las regirá con vara de hierro; él pisa el lagar del vino de la ardiente ira del Dios todopoderoso. (Apocalipsis 19, 15)

  • Lleva sobre el manto y sobre su muslo un nombre escrito: "Rey de reyes y Señor de señores". (Apocalipsis 19, 16)

  • Después vi un ángel puesto de pie en el sol, que gritó con voz potente a todas las aves que volaban en el cielo: "Venid y reuníos para el gran banquete de Dios, (Apocalipsis 19, 17)

  • Y vi a la bestia y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que estaba montado en el caballo y contra su ejército. (Apocalipsis 19, 19)

  • Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta, que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente. (Apocalipsis 19, 20)

  • Los demás fueron matados con la espada que salía de la boca del que estaba montado en el caballo; y todas las aves se saciaron de sus carnes. (Apocalipsis 19, 21)

  • Vi un ángel que bajaba del cielo; tenía en la mano la llave del abismo y una gran cadena. (Apocalipsis 20, 1)

  • Prendió al dragón, la antigua serpiente -que es el diablo, Satanás-, lo encadenó por mil años, (Apocalipsis 20, 2)

  • lo arrojó al abismo, que cerró y selló después, para que no pudiese seducir más a las naciones hasta que no se cumpliesen los mil años, después de los cuales debe ser soltado por poco tiempo. (Apocalipsis 20, 3)

  • Vi también unos tronos; a los que se sentaron sobre ellos, les dieron el poder de juzgar. Vi a los que habían sido degollados por dar testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni su estatua y no habían recibido la marca ni en sus frentes ni en sus manos. Éstos vivieron y reinaron con Cristo mil años. (Apocalipsis 20, 4)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina